Los duendes
malvados
Había una vez
un grupo de duendes malvados en un bosque, que dedicaban gran parte de su
tiempo a burlarse de un pobre viejecito que ya casi no podía moverse, ni ver,
ni oír, sin respetar ni su persona ni su edad.
La situación
llegó a tal extremo, que el Gran Mago decidió darles una lección, y con un
conjuro, sucedió que desde ese momento, cada insulto contra el anciano mejoraba
eso mismo en él, y lo empeoraba en el duende que insultaba, pero sin que los
duendes se dieran cuenta de ello. Así, cuanto más llamaban "viejo
tonto" al anciano, más joven y lúcido se volvía éste, al tiempo que el
duende envejecía y se hacía más tonto. Y con el paso del tiempo, aquellos
malvados duendes fueron convirtiéndose en seres horriblemente feos, tontos y
torpes sin siquiera saberlo. Finalmente el mago permitió a los duendes ver su
verdadero aspecto, y éstos comprobaron aterrados que se habían convertido en
las horribles criaturas que hoy conocemos como trolls.
Y tan ocupados
como estaban faltando al respeto del anciano, no fueron capaces de descubrir
que eran sus propias acciones las que les estaban convirtiendo en unos
monstruos, hasta que ya fue demasiado tarde.
El respeto es un valor que ayuda a aceptar a los demás con sus defectos y
virtudes.
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