COMPRENSIÓN LECTORA: INFERENCIAS.
Un lector competente es capaz de realizar inferencias en un texto leído. Inferir es leer entre líneas, extraer una información no explícita en el texto, pero que quizá, el escritor o escritora intenta transmitir. Trabajar las inferencias desde muy temprana edad ayuda a los niños y a las niñas a realizarlas en un futuro de forma autónoma. Aunque hay que tener en cuenta que un niño/a que tenga mala comprensión literal, tendrá una mayor dificultad para inferir la información oculta en un texto, por ello es importante no dejar de lado este nivel de comprensión.
Un lector que infiere es capaz de:
· Hallar las pistas o claves significativas.
· Encontrar más de una interpretación o significado en todo aquello que lean.
· Localizar datos o ideas que el escritor o escritora pretenden transmitir.
· Utilizar esta estrategia en cualquier texto.
Las inferencias se pueden trabajar a través de textos escogidos para ello, pero también podemos hacer prácticas exclusivas para que los niños aprendan a buscar las pistas o simplemente a fijarse en estas, para detectarlas.
Podemos encontrar inferencias en muchos tipos de textos, especialmente en las poesías, en las adivinanzas, en los problemas de matemáticas, y en los cuentos: pensad, por ejemplo en la bruja de Hansel y Gretel, que no supo darse cuenta del engaño de unos niños, ¿será porque no veía bien?, ¿o porque los niños eran más listos que ella?, ¿para qué le hace creer la niña que no sabe encender el fuego?... Y Caperucita, si iba sola a casa de su abuelita, ¿se sabía bien los posibles caminos para llegar?, ¿cómo no se dio cuenta de que la abuelita, en realidad, es el lobo? o de que el lobo le estaba indicando un camino más largo? ¿Cuáles son las pistas por las que Caperucita se va dando cuenta de que la abuelita, en realidad, es el lobo?...
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