LA TORTUGA Y EL ÁGUILA

Así lo hizo la reina de las aves, remontando a la tortuga por encima de las nubes. Al verse a tal altura, la tortuga exclamó:
- ¡Qué envidia me tendrán ahora los animales que por el suelo se mueven, al verme encumbrada entre las nubes!
Al oír esto el águila fue incapaz de soportar tanta vanidad y soltó a la ilusa que, al caer sobre peñascos, se deshizo en mil pedazos.
MORALEJA:
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